Liceo Abate Molina de Talca

El Liceo Abate Molina, antiguo Liceo de Hombres de Talca, surgió de los anhelos del jesuita José Ignacio Molina, quien legó sus bienes para promover y fomentar la enseñanza pública en su tierra talquina. Expulsado de Chile junto a la orden, murió en Italia en 1829 a dos años de creado el llamado Instituto Literario de Talca. El primer establecimiento de educación secundaria de la zona comenzó funcionando en el antiguo convento de Santo Domingo y luego pasó a un inmueble edificado en 1843 en la actual Calle Liceo de la ciudad. El antiguo liceo fue abandonado en 1926 para trasladarse al emblemático edificio levantado en la Alameda, que hasta hoy acoge a sus estudiantes. Desde 1845 dispuso también de internado para los hijos de agricultores y comerciantes de la provincia. Dos ilustres pedagogos chilenos -entre tantos otros que han pasado por sus aulas- como fueron Enrique Molina Garmendia y Alejandro Venegas, tuvieron la misión de reorganizar el liceo a principios del siglo XX tras un periodo de decadencia y dejar sentadas las bases para su futuro desarrollo. Por tres décadas, entre 1954 y 1982, el establecimiento contó con un Liceo Nocturno Mixto que formó a hombres y mujeres del mundo laboral.

Llamado Liceo Abate Molina Talca desde 1993, y habiendo incorporado a las mujeres desde la década del 80, el colegio ha logrado superar los estragos causados por el terremoto de 2010 que derribaron gran parte de su edificio y modificaron sus espacios. La comunidad escolar ha valorado y conservado un acervo patrimonial propio y único, conformado por su importante archivo histórico (ALAM), sus gabinetes de ciencias, su colección de objetos pedagógicos, su teatro y parte de su edificio antiguo.

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